Comida, bombas no
Food Not Bombs
(Comida, bombas no) es un movimiento social de lucha contra la pobreza y el militarismo que se creó en Boston (EEUU) por activistas de grupos antinucleares que querían denunciar el hecho de que, mientras el Ejército norteamericano invierte grandes cantidades de dinero en la industria armamentística, el Gobierno reduce al mínimo los presupuestos destinados a subsidios y servicios sociales, incrementándose pues la pobreza. Mientras la carrera armamentista y los gastos militares suponen más del 50% del presupuesto federal, lo destinado a salud, educación y servicios sociales supone tan sólo un 5%.El gasto social en EEUU es mínimo y deshumanizado, con lo que las cifras de personas que pasan hambre regularmente se han disparado en los últimos años (actualmente, más de 30 millones de norteamericanos —el 40% de ellos, niños— son pobres y muchos días no tienen nada para llevarse a la boca. Paralelamente a esta dramática situación, 20 millones de kilos de comida se desechan cada año en EEUU, principalmente para mantener los precios altos para los grandes productores y distribuidores. Se estima que con sólo el 10% de estos excedentes se solucionaría el hambre en el país.
Food Not Bombs trabaja en más de 50 ciudades de EEUU, también en México y Canadá. Es un grupo activista no-violento que distribuye comida gratuitamente a los pobres, comida que consiguen a través de supermercados y restaurantes que colaboran con ellos, cogiendo todos aquellos productos perecederos que no tienen posibilidades de venta para después cocinarlos. En San Francisco reparten comida dos veces al día en la Plaza Central, delante del Ayuntamiento, donde la mayor parte de los desposeídos de la ciudad están concentrados y donde políticos y empresarios pueden ver lo poco que su política hace a favor de la gente sin recursos. En Washington DC el alimento se reparte en el parque Lafayette, frente a la Casa Blanca.
El sueño americano se ha convertido en una pesadilla para un número creciente de norteamericanos y la solución no es, por cierto, distribuir comida a los pobres desde puertas cerradas como hace la Iglesia y el Ejército de Salvación. Food Not Bombs no hace caridad, reparte comida al aire libre a quien sea, donde la gente pueda ver la verdadera cara de la pobreza y donde se pueden poner al descubierto los mitos y la desinformación acerca de la pobreza, el imperialismo, los gastos militares y la brutalidad policial. Con el reparto de comida distribuyen una hoja informativa explicando el por qué de esta problemática en un país que se supone el más rico del mundo. Food Not Bombs distribuye además comida a los activistas en manifestaciones y mítines, a trabajadores en huelga y a inmigrantes indocumentados.
Estas son algunas de las razones por las que el Gobierno los ve como una amenaza; otra sería su empeño en establecer una red internacional contra la pobreza y la exclusión social (perpetuadas por las multinacionales, el FMI y el Banco Mundial) y por la autonomía de las comunidades y el control de sus propios recursos.
En los manuales de contrainteligencia del Ejército norteamericano los definen como un peligroso grupo terrorista. Una muestra de la represión que sufren es que, desde 1988, sólo en San Francisco, los voluntarios de Food Not Bombs han sufrido más de 800 detenciones.
Food Not Bombs
3145 Geary Blvd. 12, San Francisco
CA 94118 USA