Por la libertad de los seres oprimidos
Por la libertad de expresión
Entre innumerables ejemplos tenemos otra vez la oportunidad de observar la falseante y maleante actuación de los gobiernos que, por querer gobernar, oprimen el destino natural; que por querer juzgar (o dar "justicia") oprimen la defensa, la igualdad de defensa entre los seres; tratando entonces de poder justificar y proteger al Estado de esta opresión.
Un Estado es un "estado de sitio" y un gobierno su defensor…
La historia demuestra que todas las revoluciones sociales (¡con toda evidencia del pueblo oprimido!), desde Spartacus hasta nuestros días, sólo han servido (han sido ajusticiadas luego) para justificar, legitimar en total humillación y defender humildemente "el frustrante y castrante acto de la liberación" de unos seres humanos aservilizados en y por la razón de esta misma causa.
Tras las revoluciones (válvulas de escape de esta "olla" a presión), el Estado (instrumento de la opresión), amedrentado por su posible desaparición, alzó el arma de su poder patriarcal (no olvidemos) para controlar el libre cauce de orden natural de un río de seres vivos y transformarlo, definitivamente, en un canal o cloaca pestilente.
Un Estado, cualquier Estado, en consecuencia absolutista y cerrado (monarquismos, imperialismos, fascismos, stalinismos, capitalismos, dictaduras cualesquieras, antidemocracias que se proclaman democráticas, tecnocracias del poder, etc.) es el estado de un poder que ejerce opresión constante en infinitos millones de seres vivos. Por lo tanto, después de destapar la "olla cloaquera", olamos sus hedores.
En este país, como en cualquier otro, se sobrevive bajo una dictadura antidemocrática que se hace llamar "democracia española", gobernada en el presente por los bisbisbis…nietos de la larga familia de políticos corruptos españoles. Esta antidemocracia se presenta bajo la forma de un gobierno antisocialista, pero que se proclama, como no, socialista, de hedor capitalista europeizante (es decir, siempre detrás del poder, ¡del poder del dinero!).
Se trata de que todos los gobiernos, capitalistas en el fondo, se ponen etiquetas de demócratas, cuando sólo saben ejercer el terror de la opresión o aniquilación de pueblos enteros.
La censura acallada, el falseamiento y la manipulación de la información, el "Lavado de Cerebro con prototipos de vida a seguir" a través de los medios informativos —la televisión, la prensa, la radio, las artes vendidas al poder (como el cine, la música y las artes plásticas, siempre al servicio de la buena imagen de estos Estados, como por ejemplo, la exposición titulada "El arte dice no al terrorismo")—.
¿Y el terrorismo del Estado?
El terror de su opresión diaria a través de la explotación del tiempo libre y vital de millones de seres humanos que trabajan sirviendo al Estado.
El arte debería ser hoy por hoy más libre que nunca, como siempre quiso: revolucionario, reflejando la sociedad para poder criticarla y mejorarla. Si la sociedad vive bajo el terrorífico gobierno del poder, en otras palabras bajo un gobierno terrorista, es razón extrema que el arte renazca radicalmente revolucionario, reivindicativo, para denunciar el terror continuo de un sistema de gobierno criminal que aniquila y extermina la condición humana en armonía con la naturaleza.
La respuesta terrorista del pueblo y las revoluciones son consecuencias naturales debidas a unas causas: en concreto se trata del Estado y su absolutismo, un gobierno cualquiera del poder, es decir el poder y su dictadura de la opresión.
Sobre todo la opresión de los derechos humanos; la muerte continua de millones de personas por el hambre, sea en cualquier parte del mundo, es un asesinato de masas del cual nunca se habla por parte de nuestros culpables gobiernos; que también instigan las guerras entre pueblos para poder fabricar y comercializar el armamento necesario… Éste es el terrorismo originario: el de un sistema capitalista que genera la guerra para enriquecerse a cuesta de la matanza y exterminación de millones de seres humanos y seres vivos.
Es el terrorismo de un sistema que también dictamina la explotación, segundo a segundo, de todos los trabajadores para el festín económico de una minoría en poder de la fiebre del dinero y del oro. ¡Éste es el verdadero terrorismo, el de base! ¡Es el terrorismo de todos los Estados¡ !El del Poder (del dinero)!
Es el Estado del Terror, de una enfermedad llamada "Poder", opresión, la peste del dinero que compra la libertad de elección vital o existencial de innumerables seres humanos, aún vivos pero obligados a vender sin tregua su fuerza vital, porque ya no saben como defender su propia condición humana.
Este terrorismo del Estado dictamina que, en sus escuelas y universidades, se enseñe una historia errónea o manipulada, y se forme a estudiantes autómatas en su profesión, ¡y mejor si sólo son autómatas del sistema y no estudiantes!
Es por ello, que mientras se ejercite la opresión contra la libertad de información, contra la libertad de expresión… estaremos viviendo bajo el camuflaje de la dictadura, ejemplo es la "Ley Corcuera Anticonstitucional". Se trata del sistema dictatorial que dejamos llamar democracia, cuando sólo es una dictadura antidemocrática, claro está, que genera el poder y el dinero, que se proclama socialista cuando está únicamente al servicio del capitalismo, y se ha reído de la libertad, del respeto a la condición humana y/o existencial de todos los seres (vivos, no vivos y por nacer).
Es entonces, cuando observamos y experimentamos nuestra supervivencia bajo la dictadura de un imperio capitalismo y patriarcal, vemos que el decorado, de hecho, no ha cambiado nada: Por un lado, el poder de unos cuantos (a través del dinero, por ejemplo); al otro, los oprimidos y explotados por este poder.
El camuflaje de esta dictadura del poder —mediante bellos conceptos nombrados, escogidos y robados de las efímeras revoluciones de los pueblos oprimidos— es usado estríctamente como espejismo de una posible humanidad en el desierto de la deshumanización. El Estado esconde, de este modo, la inmunda y corrupta opresión del poder.
No obstante, la historia nos ha demostrado que cuanta más represión de los pueblos, por parte del Estado, más válvulas de escape y mucho más potentes se están generando en los seres de estos pueblos.
Se evidencia la necesidad de hacer evolucionar unas consecuentes organizaciones que nos defiendan y nos liberen de toda la opresión del poder, si es que nosotros lo queremos. Denunciando, por principio, todo lo que sea ajeno a la libertad de los derechos humanos y existenciales de todos los seres. Asentando las bases para una posible revolución social y cultural, que nos libere de la opresión del poder y de su dictadura.
Si te sabes gobernar, ¿por qué dejas que te gobiernen?
Orka
P.D.: Si puedes… colabora en la libertad de expresión, con la prensa alternativa, contracultural y contrainformativa. ¡No dejes que te manipulen si no quieres!