Presupuestos Generales del Estado (PGE)
Los ricos más ricos y los pobres más pobres
Los Presupuestos Generales del Estado (PGE), son un plan detallado de los gastos e ingresos de las Administraciones Públicas y la Seguridad Social para un año. El exceso de gasto sobre el ingreso, se llama déficit público. Dado que en España el Estado controla la mitad de toda la renta nacional, su política de ingresos y gastos tiene una enorme repercusión en la vida cotidiana de los/as ciudadanos/as.
Los PGE, que prepara el PP para 1997, tienen como objetivo central reducir el déficit público para cumplir una de las condiciones que el Tratado de Maastricht exige a los países que quieran tener moneda única en l999. Para conseguirlo, van a aumentar los ingresos en base a vender las empresas públicas al capital privado, eliminar la gratuidad de los medicamentos para los pensionistas y cobrar nuevas tasas, entre otras: los servicios sanitarios, el agua, la educación, etc.
Al mismo tiempo, el PP está rebajando los impuestos para las capas económicamente más fuertes y coexiste pacíficamente con una deuda de 1,2 billones de ptas. a la Seguridad Social y un fraude a Hacienda de más de 3 billones por parte de los empresarios.
Los gastos del Estado se reducirán en base a hacer más difícil el acceso a las pensiones de jubilación, congelar los salarios a los funcionarios, reducir las prestaciones sanitarias y aumentar el control de los parados con subsidio. Sin embargo, no hay ningún problema en que el Estado pague en intereses bancarios más de 3,5 billones de pesetas anuales.
La política del PP, continuidad de la del PSOE, parte de la convicción de que los pobres tienen demasiado dinero y los ricos demasiado poco dinero. El Estado debe remediar eso porque, según dicen, si los negocios son todavía mejores de lo que son podremos esperar que se cumplan los derechos sociales que figuran en la Constitución.
Lo que nos propone el Gobierno es: Para poder salvar las pensiones hay que atacarlas mediante el Pacto de Toledo. Para que haya trabajo tenemos que dejarles despedir casi gratis (la segunda reforma laboral está preparada). En resumen, para defender los derechos sociales tenemos que permitirles que los violen con más intensidad.
Con Franco, el capitalismo nos impedía defender nuestros derechos con la Brigada Político-Social. Con el actual sistema parlamentario (es exagerado llamar a esto democracia), el capitalismo nos anestesia con la televisión para que renunciemos a nuestros derechos, porque así lo exige la Unión Europea.
Hay que salir a la calle en legítima defensa de los derechos humanos y la libertad, contra el poder del dinero que controla a las instituciones democráticas y a los medios de comunicación. Hay que parar los pies a tanta injusticia y tanta mentira.
Contra los recortes sociales y las privatizaciones, contra el Pacto de Toledo, contra la Europa del Capital: ¡Maastricht, NO!
Movimiento Contra la Europa de Maastricht y la Globalización Económica