Intervención policial contra la librería nazi "Europa"
El pasado 11 de noviembre la Policía de Pujol se apuntaba un tanto democrático después del nefasto papel que ofreció la Policía Nazional reprimiendo al movimiento okupa. Ese día la conocida librería nazi de Barcelona "Europa" (c/. Sèneca, 12. 08006 BCN) fue intervenida por orden judicial, requisados miles de libros y material propagandístico y su responsable, Pedro Varela, puesto en libertad provisional tras el pago de una fianza de 200.000 pesetas. Para poder realizar esta acción, la "justicia" se ha amparado en el artículo 607, apartado segundo, del nuevo Código Penal (para que luego digamos que es chungo), que castiga con penas de uno a dos años de prisión la difusión de ideas racistas, apología del genocidio y la negación del Holocausto.
A principios de los ochenta, Varela sustituyó a Jorge Mota, fundador de Cedade, en la presidencia de la organización. Varela apareció recientemente en un informe del servicio alemán de inteligencia como presunto responsable de organizaciones nazis en Barcelona y elemento clave del nazismo en Europa. El documento lo califica de "führer nazi de España". Varela fue detenido en Austria a finales de 1992 por haber participado en su territorio en un homenaje a Hitler. Permaneció en prisión cuatro meses. Fue juzgado y absuelto del delito de propagación del nazismo porque alegó que desconocía que ello fuera delito en Austria.
Varela es uno de los elementos logísticos más importantes de los neonazis europeos en materia de publicaciones (posee una red de imprentas en el área metropolitana de Barcelona dispuestas a imprimir sus bazofias) y está relacionado con nazis fugados de Austria y Alemania. Desde Barcelona ha lanzado las revistas neonazis "Halt" (Basta), editada por Gerd Honsik, personaje que a pesar de la presión popular para que fuera extraditado por el Gobierno de González, sigue moviendo hilos oscuros de tramas negras. Varela también está vinculado a la producción y distribución de la revista "Sieg" (Victoria), editada por otro prófugo afincado en Barcelona, Walter Ochensberger.
En este caso, la presión popular ha hecho que las instancias oficiales hayan movido pieza para adecentar su imagen. Después de muchas protestas de los vecinos del barrio de Gràcia, en 1995 se constituyó la "Plataforma Ana Frank", que como medida para hacer definirse al Ay-untamiento planteó el cambio de nombre del tramo de la calle Sèneca, donde está ubicada la librería Europa, por el de la niña víctima del nazismo (y a la que Pedro Varela satiriza en un libro de cosecha propia que titula mezquinamente "El mito de Ana Frank"), recogiendo más de 10.000 firmas y la adhesión de más de 200 entidades. El Ay-untamiento, como mediador plenipotenciario, se descuelga con una propuesta "light" de llamar al tramo en cuestión, calle de la Diversidad. Mucho nos tememos que a la suavizante propuesta de los responsables municipales se sume la de la "justicia", ya que la juez encargada del caso no decretó el cierre de la librería, por no estar segura de que se pudiera hallar en su interior material delictivo, y hasta la vista del juicio, Varela está en libertad provisional; alegando el nazi que desconocía que en el Estado español fuera delito la propaganda xenófoba y además será difícil que se siente "jurisprudencia" sobre el tema. Pero la presión popular continúa.