Manifiesto Colectivo Zambra

 

Las personas y colectivos interesados en el ámbito de lo social, que conformamos Zambra, estamos tratando un tema que crece cada vez más. Ya en 1993, el número de personas que residía en países de los cuales no son ciudadanos alcanzaba la cantidad de cien millones de personas. Personas que, en la gran mayoría de los casos, se encuentran en condiciones de vida muy por debajo del resto de la población con la que comparten el territorio.

Hoy en día, la dinámica de desigualdad entre la minoría pudiente y la mayoría empobrecida, que imprime el mal denominado NUEVO ORDEN MUNDIAL, acrecienta las causas que provocan que muchas personas tengan que residir lejos de sus orígenes sin los derechos mínimos.

  El sistema capitalista precisa para su sostenimiento la existencia de desigualdades en el reparto de la riqueza, tanto en el interior de los Estados, como en la relación entre ellos.

Esta situación se ve, a su vez, potenciada por organismos y estructuras internacionales diferentes como la OMC (Organización Mundial del Comercio, que determina sobre cada producto quién lo produce, cuánto y para qué mercados, dando primacía total a los EE.UU., la Unión Europea y Japón ante el resto de la humanidad) y la UE (Unión Europea), que requiere de la implantación de una legislación restrictiva en materia de inmigración que establece medidas de contención para mantener bajo su control la circulación de la población.

El Poder prepara los instrumentos represivos para encarar la ingobernabilidad que promueve el "proyecto europeo" y la mundialización económica.

• Proliferación de comportamientos delictivos y desviados patológicos. El número de presos se ha incrementado por más de tres durante los últimos 20 años de "democracia" (y "europeización"-globalización), inundando las prisiones de sectores juveniles provenientes de las barriadas periféricas metropolitanas, es decir, de aquellas áreas más castigadas por el paro, la precarización y la desintegración social. Las cárceles se están convirtiendo en verdaderos lugares de exterminio donde los derechos humanos brillan por su ausencia. Asimismo, los comportamientos violentos (violencia gratuita), casi exclusivamente masculinos, se han disparado en el último periodo, incentivado por el sistema de valores que promueve la sociedad actual, y por el tipo de productos "culturales" que se difunden a través de los mass media.

• Expansión de los comportamientos xenófobos y racistas, que encuentran el terreno abonado por la situación extrema que tienen que afrontar amplios colectivos sociales. El Poder utiliza un doble lenguaje, el de la pretendida "igualdad" para el reducido número de inmigrantes a los que se les permite el acceso para desarrollar los trabajos peor pagados, más duros y humillantes, al tiempo que "señala" a los miembros de este colectivo como presuntos responsables de actividades delictivas. De esta forma, se intenta promover una guerra entre los más débiles, con el fin de que la rabia contenida no se oriente hacia arriba y cuestione el actual orden de cosas. Ello se ve fomentado por la proliferación de la violencia neonazi ("Europa Blanca"), protagonizada por grupos coordinados a escala europea, de oscura financiación, que cabría quizás relacionar con la necesidad que manifiesta el Sistema, de reconsiderar probablemente las estructuras de democracia formal emparentadas en gran medida con la existencia del llamado Estado del Bienestar.

• Endurecimiento legislativo (Ley Corcuera, nuevo Código Penal —tratamiento de la insumisión, las okupaciones,…—) e incremento de los niveles represivos (expansión de las plantillas policiales públicas y especialmente privadas), pues tanto la creación de la europolicía (Europol) como el llamado Sistema Informático Schengen (SIS), contribuirán a crear el denominado "ciudadano de cristal", sacrificándose las libertades individuales en beneficio de las actividades de control comunitario. Igualmente, la creación del espacio judicial europeo incrementará las posibilidades de persecución penal (y extradición), a escala continental, de aquellos comportamientos que ponen en cuestión el papel de las estructuras comunitarias, de los Estados-Nación, o simplemente de los intereses dominantes.

• Reforzamiento de la llamada "Europa Fortaleza", que significará la intensificación de las políticas contra la inmigración, la reducción y eliminación del derecho de asilo, la limitación de los derechos de la población no comunitaria y la progresiva persecución policial y judicial, así como la criminalización de la misma.

• Fortalecimiento de las estructuras militares (la OTAN y especialmente la UEO) para enfrentar la creciente ingobernabilidad en la Periferia Sur (Magreb y mundo árabe en general) y Este, que la propia expansión del "proyecto europeo" induce en estos espacios, al fomentar la exclusión de amplísimos sectores sociales. El Poder desea, igualmente, reforzar nuestra vinculación a la OTAN y a la UEO, modificando unilateralmente hasta los compromisos adquiridos en el Referéndum sobre la OTAN de 1986.

Por otro lado, la información, que nos llega a través de los medios de comunicación, cumple un papel de refuerzo al proporcionar únicamente visiones parciales de las consecuencias y ocultando las causas del problema.

Estas realidades son las que han impulsado el fuerte resurgir del debate entorno a la inmigración; pero éste, en vez de llevarnos a actitudes positivas como la aceptación mutua, la solidaridad, etc., se traduce en conductas contrarias a la más elemental dignidad humana.

Así, mediante la legislación y actuación policial se transforman cuestiones sociales (el derecho a una vida digna) y/o administrativas (tenencia de un permiso) en cuestiones de orden público. Con esto se criminaliza la inmigración y se convierte en un acto delictivo, con las consecuencias penales que conlleva.

Esto viene a agravar la problemática personal de quien abandona su entorno social y cultural para encontrarse con un ambiente hostil plagado de conductas xenófobas y racistas (violencia física, guetificación, exclusión, etc.) que no dependen del lugar de origen sino de la posición económica.

Denunciamos:

• El encubrimiento que las políticas asistencialistas hacen de las verdaderas causas del conflicto de la inmigración.

• El sistema económico-político dominante, que anula cualquier posibilidad de actividad solidaria global, único camino válido con toda esta gente. Estamos ante un mundo complejo que, a través de la globalización económica, nos ha llevado a un callejón sin salida a los pueblos. Actualmente el mercado es lo determinante y las personas no tienen valor. Esta situación se hace totalmente insostenible y es necesario abrir procesos de lucha que conduzcan a sociedades donde lo primero sea la persona y el mercado algo secundario.

• La actitud de los medios de comunicación social caracterizada por una doble vertiente: una marcada pasividad ante situaciones que no "venden" y, de otro lado, una información parcializada encubridora de los intereses del Sistema.

• La doble moral, tanto de las sociedades del primer mundo (que discriminan a la gente de color, pero no dudan en aclamar públicamente a estrellas del deporte y la música) como de los mismos Estados, capaces de crear al mismo tiempo campañas antirracistas y leyes de extranjería.

• La creciente criminalización de todas aquellas personas que son distintas a nosotros/as, claramente visible en la legislación vigente y en la persecución policial.

 

Proponemos:

 

• Derecho a la ciudadanía (que todas las personas al margen de raza, sexo, creencias, etc., sean iguales ante la ley) y a la libre circulación de personas eliminando la política restrictiva actual, basada en la concesión limitada del status de refugiado y asilado en el Estado español.

• Dotarnos de cauces de actuación lo más autónomos posible para ayudar a que cada persona encuentre los instrumentos adecuados para conocer, interpretar y poder participar activamente en los procesos de transformación de la sociedad.

• Reivindicar el derecho a la diferencia como una necesidad básica para la concienciación de nuestras sociedades.

• Imposibilitar la apropiación de los medios de comunicación y la transmisión de información, debido a que el derecho a la información de todas las personas pasa por la autonomía de los medios y el control de los mismos por la sociedad.

 

Colectivo Zambra