RELATO MACABRO EN TORNO DE ACTEAL

- Los policias de Seguridad Pùblica sòlo acompanan, protegen y toleran ... en Los Chorros

.

TESTIMONIO DE UN DESPLAZADO

...El problema empezó porque decían que los zapatistas iban a entrar a matar a los priístas. Así se escuchaba que decía la gente.
En las noches se oía que disparaban armas, también quemaban bombas, a veces no dejaban dormir, así era todas las noches.
"Pero el problema fue más grande. El 16 de septiembre, pusieron solo un rato la fotografía de Miguel Hidalgo, cada año lo ponen,
adornan un lugar con ramas y juncia y lo ponen. Ese día llegaron los musiqueros pero luego dejaron de tocar, todos se fueron y quitaron el retrato.
La gente se fue a su casa.

"El día 17, el Antonio Santis Pérez llamó a toda la gente de Los Chorros para una junta. Todos llegamos y el Antonio se puso a decir que los zapatistas ya estaban entrando en todos los pueblos, que nos iban a matar, pero nunca los miramos, sólo lo decí a. También dijeron que los civiles (las Abejas) estaban de acuerdo con los zapatistas, que por eso era mejor que nos tenemos que defender, que tenemos que tener nuestra arma, entonces el Antonio sacó su arma de su morral, era una pistola calibre 38 y lo enseñó a toda la gente, él dijo que no tenía miedo que llegaran los zapatistas porque tenía su arma y se podía defender.

"Siguió diciendo que en todos los parajes iban a entrar los zapatistas, que por eso era mejor que salieran los de la sociedad civil. Dijo también que todos debemos tener arma y lo vimos cuando sacó de unos trapos que tenía en sus pies un " cuerno de chivo", lo levantó en alto con su brazo y lo enseñó a toda la gente. Dijo que tenemos que comprar arma para defendernos, que todos tenemos que cooperar porque si no, nos van a matar. Entonces la gente se quedaron callados, las autoridades no dijeron nada, los ancianos tampoco. El Antonio siguió diciendo que los que se quieran ir, que se vayan de una vez, que no regresen. Los que no quieran cooperar, esos van a hacer guardia sin arma, van a cuidar toda la noche, pero sin arma y si los matan los zapatistas, no se van a poder defender.

"Después de esa junta, empezaron a pedir cooperación. Cada uno nos pidieron $400.00. Cuando juntó el dinero, el Antonio preguntó ¿quién conoce para ir a San Cristóbal? Dos jóvenes dijeron que conocían; entonces les dijo que iban a ir a San Cristóbal para comprar más "cuerno de chivo", que necesitaban muchas armas porque los zapatistas están bien armados y nosotros vamos a defender. Si ustedes quieren dormir bien en su casa, estar tranquilo con su mujer, entonces tienen que cooperar para pagar la guardia y para comprar arma.

"Así comenzó el problema. Allí en Los Chorros se armaron como 70 hombres, todas las noches salían a su guardia, disparaban, les enseñaban a usar el arma. Después que ya sabían usar el cuerno de chivo, el Lorenzo Pé rez Vázquez (Lorencito), se paseaba con su cuerno de chivo, se iba donde estaban los policías de Seguridad Pública, en la casa ejidal y les mostraba su arma, igual que ellos.

"Bueno, entonces cuando ya habían bastantes armas y bastante "comida" (balas), fueron a otros parajes, se comunicaron por teléfono, hablaban a Pechiquil, Chimix, Acteal, todos los parajes y decían lo mismo: "ya los zapatistas están entrando, vamos a defendernos". Los hombres armados de "Los Chorros" salían a otros parajes, iban a quemar las casas de los civiles. Primero lo quemaban todo, pero luego los policías les dijeron que no quemaran todo, que sacaran primero las cosas, la comida. Sacaban los costales de maiz, de frijol, los radios, machetes, picos, azadones, todo lo sacaban y si la casa era de lámina lo quitaban y ya que estaba vacía le echaban gasolina y lo quemaban. Luego se ponían a vender las cosas, avisaban a la gente que llegara a comprar, todo lo daban más barato. Había gente que tenía hasta su televisión. Cuando acababan de vender todo, se regresaban, contaban el dinero y decían que iban a comprar más armas. Así lo hicieron en todos los parajes. Toda la gente tení a que cooperar para comprar

"Un día fueron y sacaron bastante café. Ese café lo fueron a vender a Pantelhó. Le pidieron a los policí as que los acompañaran. Así se fueron un camión lleno de policías adelante, luego el camión lleno de café y después otro camión de policías. En Pantelhó después que vendieron el café, que lo vendían bien barato, a 12 pesos, se emborracharon, hasta los policías se emborracharon, regresaron con bastante dinero y decían que era para comprar más armas.

"Llamaban a la junta para informar, para decir que teníamos que seguir cooperando para pagar a los guardias que ganaban $700.00 cada quincena. Otra vez se fueron a Yaxhemel y vaciaron una tienda. Todas las cosas las echaron a un camión y se las llevaron, lo fueron a esconder en una casa, pero no habían ido todos los guardias, entonces los otros guardias lo vieron que habían escondido las cosas y hubo pleito entre ellos, l es quitaron las armas y los castigaron. Después, esos guardias que fueron castigados se puesieron a vigilar a los otros guardias y vieron que éstos cuando les tocaba guardia en la noche se dormían. Llegaron una noche y como estaban durmiendo no se dieron cuenta que les quitaron el arma. Así se vengaron los primeros guardias que los habían acusado de robarse y esconder la mercancía de la tienda. Entonces castigaron a los otros.

"Es que Antonio Sántis López es rico, tiene mucho dinero y da prestado al rédito. Pide 10 por ciento de interés, uando no pueden pagar sube la cuenta, la gente le paga con su cosecha de café, así hizo mucho dinero, compró muchas parcelas. Mucha gente lo busca para pedirle prestado, él tiene tres hijos grandes que también tienen su cuerno de chivo.

"Esos guardias recibieron su sueldo dos meses (octubre y noviembre). También multaron a 7 ancianos, les quitaron cinco millones (cinco mil pesos) a cada uno, esos ancianos los catigaron dos semanas, los llevaron fuera de su casa y los pusieron a hacer comida, a pelar pollos, guajolotes que llevaban de otras comunidades. Ellos no eran mujeres, no sabían cómo hacer la comida para los guardias, pero así los castigaron. Los guardias son jó venes que no respetan a los ancianos, se burlan de ellos. Con su cuerno de chivo llegan "queremos comer" pedían.

"Cuando empezó el problema, salieron 17 familias de Los Chorros, se fueron quién sabe dónde, salieron porque son base de apoyo. Un muchacho regresó y preguntó si habían guardias, le dijeron que no, entonces se fue a su cafetal, pero luego lo descubrieron que había regresado y lo fueron a agarrar, lo golpearon, hicieron junta, llegó la gente y dijo el Antonio Santis que los que se salen ya no pueden regresar y si regresan los van a matar. Así se llevaron al muchacho, tenía como 12 años. Se lo llevaron a un río, ahí le dispararon dos tiros en la cabeza y le aplastaron la cabeza; pero para que no lo vieran, lo sacaron el muerto y lo fueron a tirar a un barranco, ahí se quedó.

Toda la gente está muy asustada, nadie puede hablar nada, ya no se puede platicar con nadie, ni siquiera con su mujer. A la mujer no se le dice nada, así es la orden que dio el Antonio y sus hijos. Las mujeres preguntan pero no se les dice nada. Así se duermen y uno está toda la noche sentado, esperando a ver qué va a pasar, ya no se duerme.

Todos los días se están comunicando en el teléfono, hay teléfono en todas las comunidades. Así se hablan con otros guardias que hay en otras comunidades, se ponen de acuerdo en dónde van a ir a quemar las casas. Los policías los acompañan. Ellos no se meten, sólo acompañan.

"Un día llegó mi hijo y me dijo:

-Papá, ya te apunté en la lista.

-¿Cuál lista, le dije?

- La lista de que están haciendo los priístas.

-Yo no soy priísta, le dije. Yo sólo quiero trabajar contento, yo no quiero problema.

-Pero si no vas a ser priísta te van a matar, porque van a matar a todos los civiles.

"Entonces yo dije también que voy a ser priísta, pero sólo lo dije porque tenemos miedo

"Un día antes que fueran a matar a Acteal, hicieron junta.

"Ahí lo vimos que los guardias fueron a pedir su uniforme con los policías de seguridad pública. Ellos prestaron el uniforme, se vistieron todos, se pusieron pañuelo en la cara, subieron al camión y se fueron. No sabemos que van a ir a matar. Allí iba mi hijo también, él es guardia.

"Cuando regresaron todos (estaban) contentos, fueron hablar en el teléfono, bebieron trago, ya no hicieron junta, sólo hablaron con el Antonio Santis López.

guardias. Hicieron junta otra vez y dijo el Antonio que van a esconder las armas, que van a hacer un gran hoyo para esconder. Otros dijeron que no. Que mejor es que cada uno de los guardias esconda su arma donde él lo conozca para que cuando lo necesite lo vaya a sacar. Si llega el ejército y busca las armas y las encuentra todas, entonces ya no van a tener armas. Así lo hicieron y cada uno fue a enterrar su arma. Tenían como 50 armas de cuerno de chivo, también pistola de calibre 38 y 22.

"Al otro día que mataron la gente de Acteal llegó el ejército y se puso cerca del río, los policí as de seguridad pública se fueron y la gente quedó quieta. Los guardias ya no sacaron su arma, lo escondieron.

"Después llegó la Policía Judicial y Derechos Humanos a sacar tres mujeres que sus maridos ya habían salido, estaban en Polhó, pero cuando vimos que llegaron los Derechos Humanos, nos salimos todos y les pedimos que nos sacaran, porque allí nos iban matar. Entonces no sólo eran las tres mujeres, eran muchos que estaban en la escuela esperando que los sacaran. Somos como 333 personas que salimos de Los Chorros. Salimos porque somos civiles y tenemos miedo que nos van a matar como en Acteal, porque allí están los matadores, siguen en Los Chorros. Ahí está el Antonio Santis López, sus tres hijos, Alonso Etzin Jiménez, Juan Santis Entzin, Pedro Luna Pérez, Antonio Méndez Jiménez, Pedro Méndez López, Domingo Entzin López, Enrique Girón, Martín Entzin Luna.

"Los que fueron a matar a la gente de Acteal son: Victorio Ruiz que fue policía, Roberto Méndez Arias, Pablo que no se su apellido porque es de Tzalucum pero vive en Los Chorros, Ernesto Luna Guzmán, javier Méndez Arias, Pedro Entzin Guzmán, Enrique Girón, Lorenzo Pérez Vázquez, de esos sólo el Lorencito está preso, los demás están libres.

"Dicen que después que nos salimos, llegó el Manuel Anzaldo y sacó 30 personas, se los llevó quién sabe a dónde, para protegerlos

El Manuel Anzaldo es del partido cardenista, es amigo del Antonio Sántis López. Ese nos engañó porque nos llevó a Pijijiapan. Allí el gobierno compró 280 hectáreas para ampliación del ejido "Los Chorros". Pero el Manuel Anzaldo repartió un poco de tierra con gente de "Los Chorros", en medio le repartió a los tenejapanecos que dirije Sebastián Girón y luego puso otro poco de gente de "Los Chorros", entonces los tenejapanecos quedaron en medio y si queríamos pasar por su terreno teníamos que pagar. También vendió tierra a 80 mestizos, caxlanes, eso fue en 1996.

"Ahora que estamos refugiados en Xoyep, está muy difícil porque no alcanza la comida, hay poca ayuda, también la gente de Xoyep ya se está cansando porque somos muchos que estamos allí. Nosotros queremos regresar a nuestras casas; pero tenemos miedo de los guardias, porque allí siguen y no sabemos si todavía están nuestras cosas, nuestro café, nuestra casa. No sabemos nada, queremos una consulta con un licenciado para que nos diga si podemos regresar a nuestra casa..

"Allí también con los refugiados se están metiendo los guardias. En Xoyep está el Musio Vázquez Luna, ese lo reconocieron que es guardia, lo agarraron los del Consejo Autónomo y lo entregaron a la PGR. Pero los de la PGR sólo le preguntaron dónde están las armas y el Musio les fue a enseñar dónde enterró su arma, allí lo encontraron su cuerno de chivo y dos mil cartucho; no lo podían cargar porque pesaba mucho, pero el Musio sigue en el campamento de refugiados, lo dejaron libre, por eso mucha gente está enojada...

N.R. El relato anterior es de un habitante de Los Chorros que, como todos los que están desplazados y refugiados en su propia tierra, ha vivido los horrores de la guerra contra los indígenas.

Además, él es testigo porque su tragedia es doble. Es desplazado, no puede regresar a su casa, aunque sus propios hijos son paramilitares. Ni siquiera eso le garantiza la vida.

Es claro como el denunciante menciona que los policías de seguridad pública vivían en la casa ejidal, veían la actuación de los paramilitares, convivían con ellos diariamente, los acompañaban a la rapiña y la destrucción. ¿En dónde tiene que investigar Jorge Madrazo Cuellar?

Ahí, en Los Chorros está toda la información. Para qué le dan tantas vueltas al asunto si todo está tan claro.

La matanza de Acteal es el plan perfecto maquinado por el gobierno del Estado encabezado por Ruiz Ferro para sembrar el terror en las comunidades indígenas, dividirlas, destruirlas para que el ejército federal tomara posesión de ellas; ése es el plan contrainsurgente..

TIEMPO Que informa y orienta
Del 27 enero al 2 de febrero 1998







TIEMPO Que informa y orienta
Del 27 enero al 2 de febrero 1998






Cesena, Italia, Pianeta Terra
estroja@ecn.org