Editorial

LAS AUTONOMIAS INDIGENAS

El sistema de partido de Estado y sus corifeos, no admiten la existencia de las autonomías indígenas. De todos modos éstas existen, son, permanecen, funcionan con, o sin reconocimiento.

En el diccionario maya no existe el concepto balkanización, segregación, soberanía, desmembración. Los deificadores de la etnia común, saben que son un todo, por más que cada comunidad mantenga sus especificidades que emiten la luz que los identifica dentro de su universo. Son un todo; pero cada parte es específica. Son células del organismo común.

Si este esquema lo llevamos al todo nacional, nos daremos cuenta que, además del cosmos indígena que dio origen al universo mestizo que ahora es la población mayoritaria del país, contamos con la riqueza de esos dos mundos que empezaron a convivir sin reconocerse a partir de la invasión europea.

Por ejemplo: Ahora que irrumpió la inconformidad indígena, de inmediato se manifiestó esa realidad que había permanecido en el anonimato, en la clandestinidad: los "municipios" autónomos.

¿Cómo funciona un municipio autónomo? Es muy simple, muy sencillo su ministerio: Los cuatro o diez funcionarios municipales, por haber sido elevados al rango de autoridades, no pueden hacer producir su parcela. Es, entonces, su comunidad la que se encarga de trabajar sus terrenos y entregarle a la familia del funcionario, el producto de su parcela para que nada le falte.

La comunidad que tiene el privilegio de ser cabecera municipal, tiene el encargo de proporcionar los alimentos a los 4 o 6 "autoridades" y, resulta un honor para cada familia, invitar a su mesa, aunque sea un día al año, a una de las autoridades. De esta manera la comunidad se mantiene unida social, política y hasta familiarmente. Todos participan, conviven con responsabilidad gremial.

No se pretende que la etnia mestiza viva de esta manera; pero sí se necesita el reconocimiento jurídico y político para que las comunidades indígenas que sí han vivido y viven así, lo hagan con la seguridad de que la ley les respeta su manera de ser.

Así, las autonomías indígenas son una realidad, funcionan de hecho. Lo que ahora buscan es que las demás etnias que conforman esta patria, que conviven dentro de México, les otorguen el reconocimiento constitucional para evitar la simulación y poder ostentarse como hijos legítimos.

TIEMPO #62 Que informa y orienta Del 3 al 9 de marzo 1998