Los periodistas y corresponsales de medios nacionales e internacionales que suscribimos la presente, queremos hacer pública nuestra preocupación por el cuestionamiento del trabajo periodístico del enviado de La Jornada, Hermann Bellinghausen, por parte de Televisión Azteca.

Desde el inicio del conflicto en Chiapas, el trabajo de los medios de comunicación ha ayudado a dar a conocer la verdad y a sensibilizar a la gente sobra las precarias condiciones de vida de los pueblos indígenas.

Los medios de comunicación han contribuido a buscar el camino del diálogo y de la paz al abonar la libertad de expresión y la difusión de la información, que son imprescindibles en una sociedad democrática.

En estos cuatro años, los periodistas hemos aprendido a relacionarnos con las comunidades indígenas. Sabemos que llegar a una comunidad como La Realidad en un helicóptero del Gobierno de Estado sin avisar previamente, es un hecho imprudente en una situación de tensión militar como la actual que además, puede traer graves implicaciones para todo el trabajo de los periodistas.

Hermann Bellinghausen, premio nacional de periodismo, ha ilustrado en sus crónicas la situación del Estado de Chiapas desde 1994 como enviado de La Jornada. En su trabajo se ha destacado por su apego a la verdad.

Denunciamos la irresponsable campaña de linchamiento moral y desprestigio que en su contra pretende hacer T.V. Azteca, ya que pone en peligro el trabajo de todos los que nos desempeñamos en diferentes medios.

Fraternalmente

San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, febrero 24 de 1998.

A los sustitutos de la Secretaría de Gobernación se les ocurrió que, para distraer al pueblo, debía implementarse un operativo contra los extranjeros; ya que se cuenta con la estructura gubernamental en las tres instancias del gobierno y, todo el presupuesto que se dedica a la prensa, debía canalizarse al objetivo ocasional: los extranjeros.

El operativo resulta práctico, puesto que, conforme a la Constitución, los extranjeros son inocuos al protestar dentro del país. Si alguno pretendiera inconformarse, simple y sencillamente se le aplica el 33 y, asunto superado.

De esta manera se le devuelve la cachetada cotidiana a los prestamistas extranjeros y, se les condiciona: o sacan su lumpen de México o, de lo contrario peligrarán sus inversiones usurarias.

Así, los "judíos errantes", los apátridas, los "mochileros", los trotamundos, los gitanos sin patria, los nómadas, los menonitas, los marginados extranacionales, tendrán que ubicarse en la historia del país que escojan para vivir o, terminar sus días durante su itinerario trashumante.

Cada país tiene sus "hijos pródigos", a quienes sus padres connacionales permiten vagabundear; porque si se quedaran en su país, "dilapidarían" las riquezas propias. Los gobiernos del fenómeno presionan, además, que los países huéspedes den buen trato a estos súbditos; no tanto para protegerlos, sino para repatriarlos lo más tarde posible.

El pueblo mexicano tiene sus propios problemas; entre éstos al partido oficial que se confunde con el gobierno mismo. Por ahora el pueblo (los de abajo; los Espartacos) de este país ha iniciado un despertar social cuentionando la persistencia perniciosa del grupo hegemónico en el poder. Los políticos de ahora, pretenden conservar el poder a ultranza. Los "asesores" de la secretaría que controla el status interno, descubrieron que es factible y oportuno culpar a los extranjeros de los males que padece el país.

Se "demuestra" así que no es el sistema el culpable de los 500 años de olvido del sector indígena, ni de los 87 años de hegemonía funesta del Partido de Estado; echando todo el pecado contra los extranjeros que, además son vulnerables dentro del territorio nacional.

Los organismos de derechos humanos oficiales, inician la campaña descalificadora; luego el ejército federal y el gobierno de Chiapas, autorizan y prestan helicóptero que irrumpa en La Realidad para que Televisión Azteca muestre extranjeros y "demuestre" que los indios no piensan y que son los transfronterizos los que manipulan y le prestan su inteligencia a los indios para que le declaren la guerra al gobierno y su ejército y permanezcan en armas.

El secretario general del partido oficial en Chiapas, sin recato dice que "se sabe que lo que realmente pretenden es mantener el control político de las regiones Selva, Norte y Altos para que, una vez logrando este primer objetivo, extiendan sus tentáculos monopolistas y extranjerizantes a otras regiones del estado y del país". Sin duda Edgar de León Gallegos se refiere a los "extranjeros de Yajalón" de apellido Setzer que, ya lograron mantener el control polìtico en el Congreso estatal y en el poder ejecutivo a donde llegaron con la complicidad de Patrocinio González Garrido en Gobernación y, pretenden seguir manteniendo ese monopolio. Porque no se ven extranjeros en esas zonas más que los paramilitares de "Paz y Justicia" por un lado y sus víctimas cartequistas por el otro.

El gobierno, con su operativo xenófobo, pretende inútilmente aislar al país del resto de las naciones, para evitar lo inevitable: la invasión de extranjeros. Pretende el sistema justificar la entrega de las riquezas nacionales comprometidas mediante convenios clandestinos que las hipotecaron ante los usureros internacionales. Por un lado inculpa a los turistas que en operación hormiga acarrean dólares al país; pero por otro apapacha a los extranjeros dueños de Bancos Mundiales e Interamericanos de Desarrollo y demás transnacionales que entregan directamente los dólares en las Cajas de la Secretaría de Hacienda.

No soportan a los extranjeros pobres que no le sirven al gobierno, aunque en algo le sirvan a la industria hotelera y del transporte. Pretenden no injuriar a los extranjeros ricos, aunque hoy por hoy, tienen el trabuco de la Comunidad Económica Europea y, a fortiori tienen que "tolerar" a los 200 extraneros, entre ellos varios diputados al Parlamento Europeo, porque está en puerta otro contrato de hipoteca contra el país con la Comunidad Económica Europea; por más que la Comisión Estatal de Derechos Humanos , impotente grite que "la información que emitan sea real y no que se parcialice". Claro que será real e imparcial; principalmente en cuanto a la masacre de Acteal y las condiciones infrahumanas en que viven los desplazados en Polhó; más la prepotencia que da la impunidad conque asesinan los parmilitares de "Paz y Justicia" en la Zona Norte.

Los "asesores" de Gobernación no midieron los alcances nefastos del "operativo extranjero". Sus policías en los retenes retienen parejo y peinan posadas, hoteles, centros turísticos porque, sus patrones les dan órdenes literales contra los extranjeros. No tienen capacidad ni disciernen para no ofender ni intimidar a "los güeros" a quienes arrebatan sus pasaportes y los remiten a las oficinas de migración.

Esto, además de causar graves perjuicios a la superviviente economía hotelera y turística nacional, está irritando a los gobiernos cuyos súbditos, con o sin razón, son hostigados indiscriminadamente por los polizontes en México.

Así resulta que, otra vez se equivocaron los asesores e implementadores de operativos. El remedio resultó más caro que la enfermedad. La dolencia es crónica e incurable con analgésicos pignoratarios; se tiene que extirpar el órgano corrompido si queremos que el país reviva. El órgano putrefacto es el sistema de partido de Estado y, con extranjeros o sin ellos, el pueblo tiene que curarse suprimiéndolo dolorosamente, si es preciso, antes que los políticos que están en el poder sepulten los restos de su consistencia en el panteón de los contratos hipotecarios de los extranjeros ricos.

Señores asesores, México está en la necesidad de conocer que, a los gobiernos extranjeros les vale una pura y dos con sal quién gobierna; quieren protección para sus connacionales y, la seguridad de sus inversiones; lo demás son poses del gobierno "anfitrión". No lastimen más la endeble economía nacional hostigando a los forasteros. Utilicen la inteligencia y sepan inhumar con dignidad los detritos del perverso sistema, durante su agonía. Al menos dejen viva para sus hijos la vergüenza de enmendar la historia.

TIEMPO #62 Que informa y orienta Del 3 al 9 de marzo 1998