Editorial

ES SENSATO RECONOCER LAS AUTONOMIAS

Las posturas de los mexicanos se siguen polarizando. Los que han detentado el poder exhiben pavor ante la certeza de que ya no podrán sostenerse. Los mexicanos están seguros del cambio; discuten los mecanismos para hacer frente a la nueva realidad; aunque, tienen dudas sobre el reconocimiento a la autonomía indígena.

Son pocos quienes se han preparado con acciones prácticas para el cambio. Se hizo necesario el proyecto del pacto social para renovar el destino político de los chiapanecos y de los mexicanos.

Muchos constitucionalistas recelan del texto que aprobará el Constituyente (aún del Constituyente permanente); se quedarán sin materia. El jurisconsulto Arturo Serrano Robles decía en su cátedra: El cambio de una ley convierte en polvo bibliotecas enteras.

Se tergiversa el contenido de los Acuerdos de San Andrés, imaginándolo y, se lanzan "opiniones". Se agora que el país se podría balcanizar; sin digerir el término. Ingratos, sentencian que "no puede haber un Estado dentro de otro Estado", omitiendo que 33 entidades cedieron su soberanía particular (y Chiapas primordialmente) para conformar una sola con organización municipal interna.

Muchos abren la boca sin haber abierto el diccionario, sin reparar en la cesión de soberanía en las cada vez más imaginarias fronteras internacionales. El gobierno actual se niega a cumplir compromisos externos como las recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para que libere al general Gallardo, aduciendo "ingerencia" externa. Se resiste México a cumplir el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que da derechos específicos a los indígenas. Se asusta el gobierno mexicano por la "ingerencia" del Parlamento Europeo ante la masacre de Acteal, porque peligran los apoyos económicos.

La convivencia civilizada de los pueblos hace que, previo convenio internacional celebrado por el poder ejecutivo, aprobado por el senado de la república, existan tratados que es necesario y honesto cumplir para mantener los nexos diplomáticos externos.

Hacia el interior de la república se hace inteligente acatar no sólo el compromiso de la Constitución actual, sino hacer los cambios que el desarrollo humano civilizado requiere. Los Estados "libres y soberanos" del artículo 40, no son libres ni soberanos; el gobierno central les designa a "su" gobernador, y los comisiona delegados a la provincia; en ocasiones con la previa farsa de las elecciones.

El Municipio "libre" se ostenta en el artículo 115. El simulacro de la manifestación de la voluntad popular en las urnas, insulta la dignidad de todos, y humilla a los pueblos autóctonos. La autonomía indígena es una realidad existente; es sensato reconocerla para la diversidad jurídica y para enriquecer la pluralidad nacional.

TIEMPO #57
Que informa y orienta
Del 14 al 17 de febrero 1998







TIEMPO #57
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Cesena, Italia, Pianeta Terra
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