-El Comandante Ezequiel del EZLN, dijo que si el gobierno se niega a cumplir, los zapatistas están dispuestos a todo...

-El secretario de gobernación contesta que las cuatro observaciones que le envió al EZLN "son irrenunciables"...

Amado Avendaño Figueroa

El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) irrumpió el 16 de febrero en una marcha por las calles de San Cristóbal y un mitin en la Plaza Central de esta Ciudad, para recordar el II Aniversario de la firma de los Acuerdos de San Andrés Sacamch´en, que el gobierno se niega a cumplir.

"Ni una palabra, ni una coma, ni un punto, ni una letra vamos a aceptar que le cambien; es todo o nada", dijo el Comandante Ezequiel; al frente de unos cinco mil zapatistas concentrados en San Cristóbal de Las Casas.

"En Chiapas estamos lejos de alcanzar la paz con justicia y dignidad, ya que cada vez hay más efectivos militares que intimidan y reprimen a nuestros pueblos, cada vez hay más retenes militares y cada vez es mayor la amenaza de muerte que reciben nuestros dirigentes y mandos militares", enfatizó el jefe beligerante.

Cuando la prensa le preguntó acerca de lo que puede ocurrir si el gobierno insiste en cambiar el texto de la COCOPA, el Comandante Ezequiel fue directo al mencionar que el EZLN está dispuesto a todo. Es decir, no cederán bajo la presión del gobierno ni del ejército mexicano y, si tienen que dar más vidas, las darán por algo que es justo; por la liberación del país, para que algún día quepan todos y tengan lo que hoy no tienen. En su momento apuntó el jefe zapatista: "Luchamos por nuestra voluntad, por nuestras conciencias y nuestra decisión. Lo que nos obliga a luchar es el hambre y la miseria y porque estamos cansados de tanta marginación e injusticia".

Al día siguiente, el Secretario de Gobernación Francisco Labastida Ochoa, enfatizó que las cuatro observaciones que el gobierno federal hizo y ya le envió mediante la CONAI al EZLN, "son irrenunciables". De esta manera, "... los hombres, mujeres, niños, jóvenes y ancianos indígenas tenemos la dignidad que el gobierno no tiene", se atrincheran en el "compromiso" aceptado y firmado por el gobierno en San Andrés Sacamch´en de los Pobres. Los conoce el país desde el 1º de enero de 1994, no van a renunciar a lo que aceptaron y; por otro lado, el gobierno mediante operativos xenófobos y declaraciones publicitadas, recalca que las cuatro observaciones a los Acuerdos de San Andrés "son irrenunciables".

Los mexicanos deberíamos atender estas dos posiciones; principalmente la del gobierno que se niega aceptar el compromiso de su firma; más la del EZLN que esgrime el pacto de caballeros que se firmó en San Andrés. La autoridad moral de los insurrectos supera la insostenible negativa del gobierno. Si el gobierno insiste en modificar los acuerdos, tendría que romperse el Diálogo de San Andrés y, reinciar las hostilidades bélicas que están en suspenso desde el 11 de enero de 1994.

El que quiera y pueda leer el contexto de esta situación, debe ubicarse para saber de qué lado está: si del lado del gobierno y sus empleados nominales y ocasionales, como doña Dolores que invade La Realidad; o del lado de quienes buscan el cambio hacia la democracia, la justicia y la libertad, a costa de su vida y su libertad, de lo que algunos ya hemos dejado constancia. La historia no perdona a los mediocres y, al parecer el gobierno y sus empleados quieren correr el riesgo de sacrificar el país, antes que sacrificar el poder que usurpan.

TIEMPO #58 Que informa y orienta Del 18 al 23 de febrero 1998