| TESTIMONIO DE LAS MUJERES del Mpio. 17 de Noviembre, Chis.
San Miguel Chiptic
El 1o. de enero de 1998, acabamos de salir de la ôMisaö como a las 9 de la ma±ana cuando llegaron los federales por detrßs de la escuela y se regaron por las calles y rodearon todo el pueblo para que nadie pudiera salir. Fueron guiados por dos encapuchados. Quisimos quitar su capucha pero no pudimos, los federales los defendieron y los subieron a su cami¾n.
Entraron a registrar tres casas y regaron todo lo que encontraron; los costales los vaciaron y regaron toda la ropa, los trastes y robaron su dinero. TambiÚn entraron a la tienda y tomaron todos los refrescos y comieron todas las galletas y se robaron como $ 20,000.00 que son de la comunidad porque es nuestra cooperativa.
Echaron patadas a las gallinas y mataron dos ôjolotesö.
Las mujeres nos organizamos para sacar a los federales. Le dijimos que salga, que no queremos que estÚ el ejÚrcito y como no querÝa salir, lo culpamos de la muerte de una creatura que estaba muy grave y de por sÝ estaba saliendo para el hospital y se muri¾ porque su mamß ya no lo pudo sacar porque lleg¾ el ejÚrcito.
Nos dijeron que nos fuÚramos las casadas, que se quedaran las solteras porque las van a coger para ser sus mujeres.
Nosotras culpamos de todo esto al Gobierno porque Úl es el que nos mand¾ a los federales.
Pedimos al ejÚrcito que nos devuelva el dinero que rob¾ de nuestra cooperativa, porque somos pobres y ese dinero es de nuestro sudor de toda la comunidad.
La Nueva Esperanza
El 1o. de enero como a las 11 de la ma±ana entraron los ejÚrcitos federales cuando estabamos celebrando una fiesta por la inauguraci¾n de nuestra Cancha. Estaba toda la comunidad en la fiesta cuando entraron los federales.
Se rodearon todo el pueblo, todas las casas, pero la gente alcanzamos a salir huyendo al monte. Como hay mucho lodo no estamos con zapatos en la fiesta y todo se qued¾ en nuestra casa; los zapatos, las chamarras (cobijas), los trastes, todo qued¾.
Los federales comieron todas las gallinas y jolotes; comieron tambiÚn las 50 gallinas del colectivo de mujeres, usaron nuestras cubetas para cocinarlos. Todo lo botaron en el suelo. El maiz, con los frijoles, el az·car, el arroz, la sal, todo lo botaron y le echaron gasolina.
Adentro de las casas todo lo botaron, se robaron las grabadoras, machetes, hachas, su dinero de los que tienen, todo se llevaron. Ensuciaron dentro de los trastes en la cocina. Echaron gasolina dentro de la ermita.
Las mujeres de San Miguel Chiptic y la Florida llegaron a correr a los federales pero no quisieron salir, por eso nos organizamos mßs y el dÝa 2 de enero llegaron todas las mujeres de 13 comunidades. De SanCaralampio, 10 de abril, San Miguel Chiptic, Gabino Barrera, Nueva Reforma, 12 de octubre, La Florida, 20 de Noviembre, El Nance, Nueva Puebla, Puebla Vieja, Nuevo Santiago, Piedra Huixtla; todas llegamos a correr a los federales. Y cuando llegaron las primeras, los soldados gritaban que se entren a la ermita, pero no entraron.
Como estaban metidos en nuestra casa de la organizaci¾n de mujeres, que es de tabla de dos pisos, querÝamos saber quÚ estßn haciendo allÝ, pero no nos dejaron pasar. Nos robaron dos videograbadoras que allÝ estaban, mßs una televisi¾n a colores, nuestras pelÝculas sobre la crianza de gallinas y otras que nos sirven.
Pedimos a los federales que nos lo devuelva porque es con nuestro trabajo que lo fuimos comprando poco a poco. TambiÚn que nos devuelva el equipo de sonido con bocina que se rob¾ de la comunidad, las dos motosierras y dos ganados grandes que cuestan ya tres millones y medio cada uno.
Los soldados entraron en las dos tiendas; una es de los hombres y otra es de las mujeres. No por la puerta entraron, sino que rompieron a patadas la tabla de la pared. En la tienda de los hombres tomaron todo el refresco, comi¾ toda la galleta, las sardinas, los chiles serranos, todo. Hay bastantes medicinas y no sabemos d¾nde las dej¾ el ejÚrcito. Se robaron todo junto con el dinero que eran $ 27,000.00.
TambiÚn vaciaron la tienda de las mujeres; hay bastantes cositas: galleta, cortes, todo lo vaci¾ y se robaron $ 20,000.00. Como estamos pidiendo que ya se vayan, ellos nos gritaban: -övßyanse ya se±oras, si no, alratito va a venir mßs ejÚrcito y se va a casar con las solterasö
Los soldados vaciaron toda la comunidad, todo nos robaron y salieron hasta la una de la ma±ana del dÝa 4 de enero.
Puebla Vieja
El 1o. de enero lleg¾ un chingo de federales a la Nueva Esperanza y allÝ quedaron. Entonces las mujeres de Puebla Vieja llegamos el dÝa 2 a las 9 de la ma±ana para apoyar a las compa±eras de la Nueva Esperanza.
Pedimos a los federales que salgan, pero no nos hace caso. Hay una casa de dos pisos que es de la organizaci¾n de las mujeres y estß llena de soldados y queremos ver quÚ estß haciendo y no nos deja pasar, nos empuja y tambiÚn nos dice: ôregresa ya mamacita, mi amorö
Y tambiÚn los soldados nos dicen: ôentren en la iglesiaö pero no entramos porque no sabemos quÚ es lo que nos quieren hacer.
Y allÝ vimos que regaron todas las cosas; tiraron el frijol, el cafÚ, el arroz, el maÝz, todo lo dejaron regado. Sus trastes estßn tirados en el suelo y se cagaron adentro de las casas, en sus platos y en los trastes y las tiendas estßn vacÝas. En las cubetas de agua le echaron veneno o gasolina.
Y volvemos a decir que salgan, pero no hacen caso. Nos grita: ôRegresen ya. Si se quedan en la noche van a ser nuestra novia. Ustedes nos van a hacer nuestra comidaö No pudimos sacarlos, hasta que lleg¾ la Prensa y platicaron que salga el ejÚrcito y hasta entonces sali¾ pero a nosotras no nos hizo caso.
Salieron hasta el dÝa 3 de enero a la media noche. Pero nosotras ya no queremos que el ejÚrcito entre a las comunidades.
Desde ese dÝa,las mujeres no podemos salir de nuestras colonias porque tenemos miedo; no podemos ir a quebrar nuestra le±a, ni podemos cortar nuestro cafÚ.
Los hombres tampoco pueden salir. Aunque tenemos maÝz en nuestra milpano pueden tapizcar porque los soldados los agarran.
El maÝz se estß pudriendo y tambiÚn el frijol.
No creemos que el Gobierno quiere la Paz, porque nos manda a los federales para que nos saqueen, nos roben y que todos los campesinos se mueran de hambre, se mueran de miedo, se mueran de golpes o se mueran de balas.
Nosotros estamos tranquilos en nuestras comunidades, es el ejÚrcito federal el que viene a provocar la guerra y lo que nosotras estamos buscando es la Paz, pero con justicia y queremos vivir con dignidad.
El Nance
Las mujeres de El Nance tambiÚn fuimos a apoyar a las mujeres de la Nueva Esperanza. Marchamos el dÝa 2 de enero para pedir a los federales que salgan.
Preguntamos si va a salir y dice que ôal ratoö pero es su mentira porque no sale. Fuimos al cerro para entrar por otro lado, pero no nos dejaron pasar. Es porque querÝamos ver quÚ estßn haciendo en la casa de dos pisos donde estaban escondidos.
TambiÚn nos dijeron que nos entremos dentro de la Ilesia pero no entramos. Dice que ya tienen regada gasolina en la Iglesia, pero no entramos.
Jugaron todas las casas de la Nueva Esperanza; usaron sus fogones como letrinas, ahÝ dejaron su cocinada sobre los trastes. Regaron el maÝz y el frijol, el arroz, el az·car, todo lo regaron y le echaron gasolina.
Tres veces los corrimos pero no quisieron salir. DecÝan: ôregrÚsense porque las vamos a pisarö Dice: ôsi no regresan les vamos a echar bombaö. ôMejor vßyanse porque al rato van a llegar nuestros compa±erosö. ôEn la noche las vamos a pisar debajo de la camaö Puras malcriadeces dicen.
Llevamos nuestro palito para defender y nos lo quieren quitar. Una de Nueva Esperanza nos defendi¾ y no nos lo quitaron pero sÝ las golpearon.
Los soldados salieron hasta el dÝa 3 a la media noche y toda nuestra comunidad nos enfermamos de tos y calentura y tuvimos que ir al Hospital y gastamos la paga de nuestro remedio.
Ya no queremos que el ejÚrcito federal entre en las comunidades porque los ni±os se enferman y no podemos buscar remedio porque no tenemos dinero. Los ni±os se estßn desnutriendo porque no podemos ir por nuestro maiz.
Las mujeres no podemos ir por la le±a y los hombres no pueden ir a la milpa porque si el ejÚrcito los encuentra,los agarra. Ya no se puede trabajar, ya no se puede hacer milpa.
Por eso decimos al Gobierno que NO QUEREMOS QUE NOS MANDE AL EJERCITO FEDERAL. QUE SE VAYA DE NUESTRAS COMUNIDADES.
Nueva Puebla
El dÝa 1o. de enero entr¾ el ejÚrcito federal a San Miguel Chiptic y luego tomaron la comunidad de la Nueva Esperanza.
En esta comunidad patearon sus casas, les robaron todo, hicieron lo que quisieron. Lo cagaron adentro de la cocina sobre sus trastes y sobre sus platos. TambiÚn mataron y comieron todas las gallinas y los jolotes.
Por eso se organizaron las mujeres y llegamos de 13 comunidades para decirles a los soldados que no los necesitamos para nada, que la tierra es para los campesinos. Y cuando los soldados escucharon nuestras palabras empezaron a amenazar, hasta golpearon a algunas mujeres.
Por eso queremos decir, como mujeres campesinas que NO QUEREMOS A LOS SOLDADOS.
QUE NO LE CREEMOS ALGOBIERNO QUE DICE QUE QUIERE LA PAZ, PORQUE SI DE VERDAD QUIERE LA PAZ ENTONCES POR QUE MANDA A SUS EJERCITOS A CHINGARNOS?
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Cada una de las comunidades que apoy¾ a la Nueva Esperanza di¾ los mismos testimonios, como la Nueva Reforma y otras.
Comunidad 10 de Abril
A las 4 de la tarde del 1o. de enero de 1998, los federales rodearon la comunidad 10 de abril y entraron ôpor asaltoöy cuando vimos que estaban entrando nos juntamos las mujeres y salimos de la comunidad, despuÚs salieron los hombres. Todos nos fuimos a la monta±a.
Y como a las 5 de la tarde los soldados se llevaron el ganado, en total se robaron 40 ganados y 30 caballos; tambiÚn se robaron las 80 gallinas del colectivo de las mujeres.
Los soldados no entraron en las casas,solo robaron. Pero toda la comunidad pasamos toda la noche en la monta±a. HacÝa mucho frÝo y llovi¾ toda la noche. Muchos ni±os se enfermaron de tos y calentura.
Algunas mujeres bajaron a la comunidad como a las 5 de la ma±ana, las demßs regresamos como a las 7 a.m. y nos reunimos en la Iglesia para organizarnos para ir a apoyar a nuestras compa±eras de la Nueva Esperanza.
El dÝa 2 de enero a las 10 a.m. salimos en marcha para la Nueva Esperanza. AllÝ los soldados golpearona 20 mujeres de 10 de abril.
El dÝa 3 estaban tres compa±eros en sus milpas. Uno de ellos,como tiene su cargo de la Comisi¾n de Producci¾n del CafÚ llevaba $ 100,000.00 porque no los quiso dejar en la comunidad porque tenÝa miedo que los federales volvieran a entrar a la comunidad a robar, pero en la milpa lo cogieron los soldados, le robaron el dinero y le quemaron su casita de la milpa con todas sus cositas.
Por todo esto NO QUEREMOS LA PRESENCIA DE LOS FEDERALES EN NUESTRAS COMUNIDADES.
Gabino Barrera
El 3 de enero oimos que el ejÚrcito va a entrar a nuestra comunidad y todos los hombres y las mujeres salimos huyendo al monte. AllÝ pasamos toda la noche y como estaba muy oscuro y estaba lloviendo hacÝa mucho lodo y se nos perdieron unas chamarras. A los ni±os les di¾ tos y calentura.
Por la ma±ana del 4 de enero, bajaron los hombres para ver si habÝa entrado el ejÚrcito a la comunidad y como no, entonces bajamos todos, perolos federales llegaron a la comunidad como a las 8 a.m. Llegaron por la hamaca que hay en el rÝo,donde tenemos sembrado el colectivo de nuestro maÝz y frijol y todo nos lo pisotearon.
Y las mujeres nos unimos para ir a corretear a los federales. Les gritamos que se vayan porque meten miedo a las mujeres y a los ni±os, pero los soldados se quedaron callados,nada contestaban pero no se fueron.
AllÝ que quedaron hasta las 7 de la noche.
Nosotras queremos que el ejÚrcito federal no llegue a nuestras comunidades porque puro perjuicio hace.
Dice el Gobierno que quiere la Paz, pero otra cosa es lo que hace. La Paz la usa como palabra bonita, pero nosotras sÝ queremos la Paz verdadera, donde hay justicia, donde hay democracia, donde todos somos iguales.
Lucio Caba±as
El dÝa 9 de enero la mayorÝa de mujeres habÝamos ido a traer le±a y miramos que lleg¾ camionadas del ejÚrcito federal y empezamos a hablar a nuestras compa±eras para ir a tapar el camino a los soldados para que se vayan porque asustan a los ni±os.
Y pensamos que vamos a decir al ejÚrcito: ôvßyanse porque van a asustar a los ni±os y no tenemos dinero para curarlosö
AsÝ fuimos a tapar el camino y nos repartimos, porque cuando llegamos ya habÝan pasado 85 soldados y unas mujeres se fueron a alcanzar pero no los pudieron alcanzar. Las otras nos quedamos a tapar el camino de los demßs. En total eran 300 soldados. Nosotras no llevamos ni palos ni piedras, ni nada, solo con nuestras palabras empezamos a decirles que no hay permiso para entrar. QuÚ es lo que vienen a hacer a las colonias?
- Por quÚ no nos dejan pasar? dijeron. Le dijimos porque se van a asustar los ni±os,mejor regresen a Altamirano, pero no nos hicieron caso, no respet¾ a las se±oras que estaban allÝ amontonadas y nos pas¾ empujando.
- Con quÚ se comunicaron? -nos preguntaron. D¾nde estß el rdio? -Y nosotras en tseltal contestamos que no conocemos radio,pura grabadora. Y sigui¾ preguntando d¾nde estß Marcos? -Y le dijimos que no conocemos quÚ es Marcos, s¾lo conocemos la marca de las bestias. Pregunt¾ de d¾nde somos, dijeron que somos guatemaltecas,que no sÚ quÚ...
Le pedimos que regresen, que no solo los hombres tienen derecho para hablar, que tambiÚn las mujeres tenemos derecho de hablar y de que se nos respete nuestra palabra.
Le dijimos que somos todos hijos de Dios, que s¾lo hay un Padre y que es Padre de todos, tambiÚn de ellos, que todos somos pobres,tambiÚn ellos son pobres, que nos dejen en paz.
TambiÚn le dijimos que ônosotras no traemos garrote, si nos garroteas t· sos el culpable porque nosotras no traemos nada.
Por fin se regresaron como a las 5 de la tarde y nosotras nos fuimos a la comunidad.
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