| Comunidad 10deMayo
El 9 de enero de 1998 entraron 10 camiones del ejÚrcito federal como a las 11 de la ma±ana; nunca habÝan llegado a esta comunidad. Nos di¾ mucho miedo y los ni±os tambiÚn se asustaron, por eso las mujeres nos organizamos y salimos a la carretera para preguntarles quÚ es lo que buscan o para donde iban.
En una curva de la carretera nos vieron y entonces hicieron el alto para entrar bien preparados porque eran puras mujeres que estamos esperando; vieron que tenemos garrotes y piedras para defendernos. Entonces tardaron como hora y media en ese altito. Nos analizaron bien, se amontonaban, como que nos estaban tomando fotos de lejos. Bien nos analizaron. Se formaban en una fila y luego se perdÝan y cuando estuvieron preparados se vinieron directamente a arrrempujar a las compa±eras pues el ejÚrcito no hizo caso de nuestro retÚn y hasta nos iba a aplastar con sus carros.
Y cuando vimos que estaban encabronados y nos echaban piedras, nosotras tambiÚn les echabamos piedras y ellos con mßs ganas nos echaban piedras y culatazos. Nosotras queremos levantar la mano y no nos dejaban. Uno nos cogia la mano y otro llegaba y nos garroteaba.
- A mÝ me agarr¾ mi garrote y me bot¾ al barranco con un culatazo; yo pepenÚ una piedra y se la aventÚ para defenderme, pues si no yo creo que me va a matar.
- Tengo una mi hija y como estaba yo reclinada en el suelo, entr¾ a defenderme; ella estß recien operada y el federal le ech¾ ca±onazo (o sea que la enca±on¾) pero muy duro hasta le qued¾ morado y se qued¾ privada mi hija un buen rato, como una hora
- TambiÚn hay otra compa±era de nosotras que llevaba cargando su pichito y se estaba defendiendo y el soldado le avent¾ una piedra y le abri¾ la cabeza; qued¾ ba±ada de sangre.
En total los federales golpearon a 15 mujeres, que eran las que iban mßs adelante
Y entonces los federales llamaron a sus doctores pero nosotras no dejamos que ellos la curen, preferimos que quede muerta pero que no la cure el que de por sÝ la hiri¾.
Como estamos hablando en puro tseltal, ellos se encabronaron y nos gritaban: ôpinches indias, desgraciadas malditas. Hablen en espa±olö.
- Unos federales iban a pie y otros en cami¾n y nos empujaban hasta la curva. Cuando pasamos donde estß mi hija tirada, un federal dispar¾ a la tierra. -öEstß bueno que disparaste, no te tengo miedoö dijimos. Y esa palabra le cae mal.
Los federales nos decÝan: -quÚ quieren Uds. que nos vienen a tapar. Nosotras contestamos que estamos preguntando de por sÝ quÚ es lo que ellos buscan. Y entonces los federales nos dijeron que estßn buscando gringos y extranjeros.
Y desde allÝ, ya nos vieron las otras que nos estaban golpeando mucho y unas se retiraron, por lo que quedamos pocas enfrentßndonos con los federales, por eso ya no respet¾ y se pasaron los 10 camiones.
Ya no pudimos hacer nada. Nos dijo que nos retirßramos porque no los podÝamos detener y nos tuvimos que retirar si no, nos pasan a moler con carro.
Entonces todos los federales pasaron con sus camiones y caminaron a Lucio Caba±as. Ya eran como las 2 de la tarde.
Morelia
Desde el 1o. de enero estuvimos en alerta porque corrieron rumores que los federales iban a entrar a la comunidad y el 3 de enero como a las 5:30 p.m. llegaron los federales sin hacer ruido porque dejaron sus camiones en el Rancho Pamalß y entraron por la vereda directo a las huertas de las casas.
Dicen que estßn buscando armas y al Subcomandante Marcos. AsÝ llegaron hasta el centro de la comunidad.
Por eso las mujeres nos organizamos para sacar a los soldados, los arrempujamos para que se vayan.
-öNo tengan miedo porque no vamos a hacer nadaönos decÝan. Pero nosotras recordamos la tortura que hicieron a toda la comunidad el 7 de enero de 1994 y c¾mo mataron a nuestros tres compa±eros, por eso no les creemos y pensamos que estß entrando para seguirnos matando.
Ese mismo dÝa 3, cogieron a cuatro de nuestros compa±eros, los amarraron, les vendaron los ojos bien fuerte y los ôembrocaronö en su cami¾n. Les amarraron duro la cara para que no vieran a donde los llevaban.
No les avisaron a sus Mandos Superiores que llevaban cuatro compa±eros de Morelia y se los llevaron hasta la salida de Altamirano por la carretera que va a Ocosingo. AllÝ los soltaron y les robaron sus machetes, sus lßmparas y su dinero. Se atarant¾ su cabeza y no podÝan nisiquiera caminar; se estaban muriendo de hambre y llegaron a la comunidad hasta el dÝa 4 porque ya noche los soltaron pues.
El dÝa 7 de enero por la tarde estßbamos en nuestra Celebraci¾n rezando por nuestros mßrtires y nisiquiera eso nos dejan hacer tranquilos. Como a la media Celebraci¾n nosavisan que viene el ejÚrcito y salimos corriendo para tapar su camino y se regresaron a Altamirano.
El dÝa 8 desde la ma±ana escuchamos que iban a llegar y salimos a hacer retÚn, pero como no llegaron regresamos a nuestras casas y como a las ll de la ma±ana oimos el ruido de los soldados, tocamos la campana y fuimos a la carretera. Ellos se regresaron corriendo porque los Ýbamos arrempujando hasta que llegaron a donde quedaron sus camiones en el Rancho Pamalß. Llegaron 10 camiones y una camioneta de la PGR.
Llegaron con nosotras los del Campamento Civil por la Paz y les pidieron su identificaci¾n y querÝan ver si traen pasaportes y todo; los amenazaron y les dijeron que ellos son los que organizan a lasmujeres.
Nosotras contestamos que los del Campamento cuidan al pueblo, pero los federales s¾lo vien en a torturar y a matar. Les gritamos que se vayan y se retiraron hasta la reja de Pamalß. Pero como ya no se querÝan mover de allÝ llegaron los compa±eros que estaban reunidos en el Aguascalientes y hablaron con los soldados para que se fueran y dejaran de molestar.
El ejÚrcito dijo que nosotros somos culpables y ellos vienen bien armados y con sus armas nos amenazan.
Vimos que fueron cuatro priistas de los que salieron de la comunidad y sefueron a refugiar en Altamirano los que los guiaron a nuestra comunidad.VenÝan con una capa cubriÚndose la cara y traÝan uniforme del ejÚrcito.
Los federales decÝan que iban a tomar el Aguascalientes y allÝ se van a quedar para no salir. Dijeron tambiÚn que vienen a traer labor social y despensa,pero no les creemos porque no traen nada,s¾lo sus armas.
Y de por sÝ no queremos su despensa porque sus manos estßn ensangrentadas con la muerte de nuestros tres mßrtires del 94 que a·n no se ha hecho justicia. No vamos a recibir despensa de manos ensangrentadas.
Los federales no se conforman con los cuatro que cogi¾, quiere coger mßs.No se conforma con los tres que mat¾, quierematar mßs. No queremos que entre a la comunidad porque viola nuestros derechos tanto de hombres como de mujeres. No queremos que vena a pisar nuestro territorio.
Dicen que vienen a cuidar pero nosotros sabemos hacerlo. Dicen que nos van a cuidar porque no quieren que pase lo mismo que en Chenal¾, pero no le creemos pues vemos que ellos mismos dieron el arma y adiestraron a los paramilitares que hicieronla masacre de Acteal. Queremos que se regresen a sus cuarteles.
Lo que nosotras pedimos es:
. Que se haga justicia por nuestros mßrtires del 94. . Que el gobierno cumpla su palabra y legalice los Acuerdos de San AndrÚs Larrainzar. Es el Gobierno que tiene que cumplir porque nosotros ya cumplimos todo.
En Ocosingo se manifestaron para pedir la Paz y la respuesta fuÚ la muerte de una compa±era. Pero no vamos a dejar de luchar porque muri¾ una compa±era, al contrario, nos vamos a organizar mßs.
El gobierno habla de paz pero es pura mentira, manda al ejÚrcito para matar y molestar en cada ejido.
SAN PEDRO GUERRERO.
Compa±eras que vienen desde muy lejos queremos compartir lo que sufrimos el viernes 9 de enero de 1998. en nuestro nuevo centro de poblaci¾n fecha en que entraron el ejercito federal en nuestra comunidad eso de las 2 de la tarde guiado con un hombre civil encapuchado y uniformado de verde como si fuera soldado pero no es,ellos entraron esa tarde directo hßcia nuestra iglesia sencilla construida de tabla entraron rompiendo la puerta prepotentemente ,una vez estando adentro empezaron a destruir lo que habÝa adentro como nuestro Santo patrono de nuestra comunidad ,vasos de varro que nos sirve para nuestra fiesta convivivir cafe y atole dejaron destruida .AsÝ mismo en el sencillo altar habia Santa h¾stia dejaron todo regado y la llave de la caja donde teniamos guardado se lo llevaron.Desp·es que terminaron de catear la iglesia se dirigieron a la casa de nuestro catequista con la misma actitud prepotente sin preguntarnos entraron rompiendo la puerta catearon dicen que andaban buscando armas y los inmuebles como ropas,cobijas,granos frijol y maiz dejaron todo regado y una televisi¾n dejaron descompuesto que estaba a buenas condiciones desp·es que terminaron de catear esa humilde choza se dirigieron a la casa de salud que asÝ lo llamamos y la misma actitud prepotente rompiendo la puerta sin preguntarnos entraron donde esta nuestro botiquin para primeros auxilios y todo las ·ltimas y poca medicina que habÝa en esa casa sencilla lo dejaron regada.Desp·es de terminar de catear se dirigieron a una comunidad el saltillo donde la mayoria son priistas ahÝ no hay cateos ni hostigamiento por eso vemos que en este estado de Chiapas para el Gobierno es pecado y delito no ser priistas y organizarse para encontrar una vida digna que en los primeros dias que llegamos en este mundo vivimos marginadas luchar por eso es violar parece la ley.
CONCLUSION DE TODAS LAS MUJERES DEL MUNICIPIO 17 DE NOVIEMBRE, CHIAPAS
Vemos con tristeza que el Sr.Zedillo ve en todos los que no son del PRI a ôculpablesö como muchas veces nos repiti¾ el ejÚrcito y como vemos con hechos en el mensaje que nos envÝa.
Vemos c¾mo el ejÚrcito pasa por las comunidades priistas, como que va de paseo, saludando y sonriendo, pero cuando entra en las comunidades que no son priistas, el mensaje que recibimos, con hechos, del Sr.Zedillo, es de represi¾n y de muerte, de zaqueo de nuestras pocas pertenencias a pesar de que somos pobres. Mensaje de terror,mensaje de hambre, mensaje de muerte o mejor dicho, mensaje de exterminio a la poblaci¾n indÝgena que no estß de acuerdo con el sistema del partido de Estado.
Si marchamos para pedir Paz, perdemos la vida porque al gobierno no le interesa ni la paz ni la vida de las mujeres campesinas indÝgenas.
Las mujeres todas, del Municipio 17 de Noviembre, Chiapas, demandamos:
. El cumplimiento de los Acuerdos de San AndrÚs Larrainzar. . Indemnizaci¾n de los da±os materiales ocacionado por el ejercito federal en nuestras comunidades.
. Que se investigue quienes son los autores intelectuales de la masacre de Acteal y que se haga justicia,
. Que se haga justicia sobre el asesinato de nuestra compa±era Guadalupe MÚndez asesinada por quien debe resguardar la vida en Ocosingo.
. Que se haga justicia sobre el asesinato de nuestros tres compa±eros asesinados por el ejÚrcito federal el 7 de enero de 1994 en la comunidad de Morelia.
. FUERA EL EJERCITO FEDERAL DE NUESTRAS COMUNIDADES. . FUERA DE TODO EL MUNICIPIO. . FUERA DE TODO EL ESTADO.
. QUE EL EJERCITO FEDERAL PERMANEZCA EN SUS CUARTELES EN TODO EL PA-S. Enero 28, 1998P-GINA §
El país se nos está cayendo. La responsabilidad es nuestra, es de todos. La historia, es decir la memoria de nuestros hijos, después del sepelio esculpe los epitafios. Procuremos que el cincel sea benigno. El éxito de toda nación, es contar con líderes. Pero la historia nos instruye que los líderes son proclives a la dictadura. Agustín de Iturbide pronto se hizo coronar emperador; Antonio López de Santaana se volvió su Altesa Serenísima; Porfirio Díaz controlando el Congreso pudo reelegirse tantas veces, hasta que el pueblo lo echó. Por su lado el régimen del "Sufragio Efectivo. No Reelección", convirtió en dictador perpétuo al grupo hereditario que se trepó al Palacio de Gobierno, hasta que la irritación popular reacciona para gritar ¡Ya basta! La necedad humana pierde al hombre. Pudiendo cada quien, con inteligencia cumplir la parte que le corresponde, se va más allá de los designios naturales desafiando su propia capacidad. Para comenzar, el hombre es finito, es mortal. Su imperio acaba con él. Alejandro de Macedonia fue grande en su momento; al fallecer, sus generales descuartizaron el imperio y, ni siquiera su esposa Roxana y su hijo Alejandro IV, que fueron asesinados por el regente Casandro, pudieron heredar el gran poder. En nuestro país, al apoderarse del gobierno un sólo partido político, que se oficializó al paso de los períodos constitucionales, y al no poder eliminar el candado de la "No Reelección" que fue la consigna primigenia de los revolucionarios, alargaron el período un 50% más, reformando el artículo 83 constitucional. Alvaro Obregón pretendió romper el candado de la "No Reelección"; pero Plutarco Elías Calles le hzo pagar con su vida el atrevimiento.Así, de cuatro años que era el término original, lo subieron a un sexenio, que se inauguró con don Lázaro Cárdenas del Río. El temor fundado de que un Vice-Presidente, o general ambicioso, pudiera ser peligroso confabulándose para asesinar al titular, impidió a los constituyentes conservar la figura de la Vice-Presidencia en la Constitución de 1917. Esto ha traído serios problemas a la sucesión extraordinaria, porque el artículo 84 da margen a perder un tiempo precioso en una eventual falta absoluta del titular del poder Ejecutivo. En lo que se convoca al Congreso y se nombra al interino o al sustituto, las ambiciones pueden desbocarse y romper la institucionalidad del país. Esto también ha dado lugar a sacralizar la figura del Presidente de la República. Se le ha entregado al Ejército, y en específico al Estado Mayor Presidencial, la custodia de la persona del Presidente, puesto que, el riesgo es permanente de que el país se quede sin mando pudiendo caer en el caos. El enigma podría superarse si, por ministerio constitucional, se le otorgara esa altísima responsabilidad aleatoria al Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
| TIEMPO #57 Que informa y orienta Del 14 al 17 de febrero 1998 |
![]() |
| TIEMPO #57 Que informa y orienta Del 14 al 17 de febrero 1998 |
|---|
![]() Cesena, Italia, Pianeta Terra estroja@ecn.org |